Caminando por la calle, pude percibir un olor repulsivo, era de marihuana que alguien estaba fumando adelante de mí, al caminar un poco más pude notar que el “consumidor” era una persona madura, más o menos bien vestida que se llenaba de colonia para disfrazar el olor impregnado en él, parecía como que recién estaba saliendo hacia su trabajo.

Al contrario de las veces que veo que los consumidores de droga son muchachitos, esta vez no me causó pena por ver como destrozan sus neuronas, por el contrario, lo que observé fue una escena patética, un adulto drogándose a vista de todos.

Sé que no es el único, las drogas han atrapado a muchas personas, sean jóvenes, adultos, incluso niños, y eso sí da mucha lástima.

Las adiciones alteran el cerebro y lo destruyen, muchos de esos daños son irreversibles en el tiempo, lo que a la larga causa depresión, ansiedad, incluso la demencia y locura.

Todos los jóvenes que se inician en las drogas lo hacen con “la confianza” de que la dejarán algún día, pero estas son como el juego de la ruleta rusa, muchos acaban muertos por ellas.

Si eres joven, cuida lo más importante que tienes, eso es tú mismo, tu cuerpo, tu cerebro, tu mente, no te autoaniquiles, no seas tú mismo quien propicie tu minusvalía mental.