Todo empezó con el juramento que Hipócrates les hizo hacer a sus discípulos (los cuales llevarían la medicina a lo largo del mundo), desde aquel día hasta hoy, han pasado más de 2,500 años y aún este juramento se suele “firmar” cuando los estudiantes de medicina terminan sus estudios.

El juramento Hipocrático es el siguiente:

“No llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos”.

Hipócrates (Padre de la medicina humana).

En plena pandemia del coronavirus y precisamente estas últimas semanas, este juramento ha vuelto a tomar los titulares de los medios de comunicación, pero ¿cuál ha sido el motivo?, el motivo es que lamentablemente este juramento, a vista y paciencia de todos, está siendo pisoteado por muchos médicos que juraron cumplirlo.

La carrera de medicina y la medicina en sí, siempre ha sido considerada como una de las carreras con más compromiso y vocación por parte de sus estudiantes y profesionales. Al igual que un sacerdote sirve a dios y se entrega a él, el profesional médico sirve a los enfermos y se entregan a la salud (o al menos así era o debería de serlo).

Es cierto que los médicos, como cualquier ser humano, cometen errores, pero eso no se está juzgando, sino el hecho de que el juramento hipocrático con todos sus matices y extensiones se está volviendo en solo una tradición anticuada y que pocos médicos ven con seriedad, es por lo que se ve a médicos que sirven a intereses que poco o nada tiene que ver con la vida y salud de las personas.

En los últimos años, la carrera de medicina se ha visto como una carrera “lucrativa” con la cual puedes ganar mucho dinero si sabes desempeñarte bien, eso “anima” a muchos jóvenes a estudiar medicina sin tener poca o ninguna vocación de servicio, menos de altruismo.

Los resultados se pueden observar a simple vista y aquí algunas acciones que no tienen nada que ver con el propósito base del juramento hipocrático.

  • Jóvenes estudiantes de medicina, que no respetan a los pacientes en los hospitales públicos.
  • Estudiantes de último año, creyéndose médicos galardonados, despreciando a la gente de escasos recursos económicos en hospitales escuela.
  • Médicos que nos buscan especializarse, ser mejores para poder ayudar de una forma óptima a sus pacientes y salvarles la vida siendo posible.
  • Médicos que buscan sus intereses personales por encima de la salud del enfermo, lo cual se puede ver por ejemplo cuando un enfermo no necesita de algún tipo de medicina y aun así la recetan porque tienen vínculos con proveedores u otros intereses.
  • Médicos que malversan medicinas, vacunas y equipos de salud que son destinados a hospitales y a pacientes.
  • Médicos que, en lugar de cuidar la vida, se vuelven en contra de ella asesinando a niños no nacidos y ancianos.

Y podría continuar con una larga lista de lo que puedo ver y de lo que tú habrás podido observar o ser testigo en alguna ocasión.

Líneas arriba, mencione que en estos últimos días el juramento de Hipócrates ha vuelto a resonar en los medios y el motivo principal es el escándalo de las vacunas contra el coronavirus en países como Perú y Argentina.

El escándalo y la indignación radica en que estas vacunas que habían sido destinadas para pruebas de últimas fases fueron “aprovechadas” por el presidente encargado del gobierno de transición y un gran número de funcionarios del Estado, entre políticos, médicos e incluso sus familiares que poco o nada estaban expuestos al virus.

Aquí, en nuestro país, el médico encargado de hacer cumplir “la visión de la medicina en el mundo” que tuvo Hipócrates, se ha visto involucrado en el escándalo que muchos han denominado “Vacunagate”. Un médico que tuvo la oportunidad de “cuidar” y “proteger” vacunas de las pruebas de fase 3, no pudo guardar la ética ni el juramento que a inicios de su carrera realizó.

Estoy consciente que, en el actual panorama político, las presiones por conseguir protegerse primero por parte de los “poderosos” son fuertes, pero creo que siempre se puede dar un paso al costado si se obliga a un médico a faltar a su ética y valores, incluso, se puede ir más allá, denunciando irregularidades.

La pandemia de coronavirus ha venido a servir como si fuera un colador del cual solo deberían pasar los profesionales, funcionarios, políticos, etc. que el mundo necesita, ha venido también a desenmascarar a los malos actores de la sociedad, incluso a sacar lo más oscuro del ser humano.

No deberíamos de olvidar la gran lección que la naturaleza nos está dando, es la oportunidad (lamentable) de conocer y aprender de nuestros errores y de los demás para no volver a cometerlos jamás.

Si eres estudiante de medicina o médico y estás leyendo esta pequeña opinión, reflexiona y pregúntate por qué estás estudiando o eres un médico, ¿realmente podrás cumplir a lo largo de tu carrera el gran juramento de Hipócrates?, si es así recuerda las 24 horas de tu vida de “No llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos”, solo eso.

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