Nota 20230823-3992

Amo la música, amo los sonidos que produce el ser humano y que es propio de la naturaleza, las melodías y las voces que generan sonidos tan agradables al oído.

Los días que no escucho música (que son pocos), siento que algo me hace falta, es como el aire, el que respiro y el que siento todos los días.

Gracias al universo por regalarnos el sentido del oído para conocer de la existencia de la música y los sonidos.

Nota 20230822-3989

El sexto sentido puede ver lo que los ojos no pueden, puede oír lo que los oídos no, puede tocar lo que nuestro cuerpo no puede sentir, oler y gustar lo que no emana olor o sabor.

Ese sexto sentido, que sería para el ser humano como las perlas para los chanchos, está tan lejano a nosotros a pesar de que nos pertenece. ¿Cómo podemos pensar en tener un sexto sentido si no valoramos los 5 que ya tenemos?

Como seres humanos nos falta evolucionar mucho, mientras sigamos viendo humanos asesinando a otros, destruyendo sus hogares, sus ciudades y sobre todo su medio ambiente, sabremos que aún nos falta mucho para considerarnos “seres inteligentes”, aún somos simples animales que han dado un paso más que los demás en este camino casi infinito de la evolución.

Nota 20230818-3977

Existe un punto en el cual convergen los vientos de un huracán o tornado, es el punto llamado “ojo del tornado”.

Ese lugar es como un punto de equilibrio, un punto de calma, uno que es totalmente opuesto al exterior, en donde el tornado en ese momento puede estar destruyendo casas y levantando vehículos.

Es como si fuera la vida misma, en donde, rodeados de vientos tormentosos tratamos de encontrar la calma, el equilibrio, la tranquilidad, la paz, mientras el mundo continua llevándose todo a su paso.

Depende de nosotros ubicarnos en el lugar correcto y solo tenemos dos opciones, el punto exterior que puede ser cualquiera, en ese punto el tornado te destrozará, mientras que si eres hábil y astuto, encontrarás el punto adecuado, en donde los vientos te rodearan y quizá te samaquearán un poco, pero no te dañarán.

Nota 20230818-3974

La “normalidad”, es que las gotas de lluvia caigan a tierra en la ubicación de la nube, pero un fenómeno de la naturaleza puede hacer que estas viajen kilómetros antes de que puedan caer.

Así es el envejecimiento, todo tiene su final, pero no todo termina al mismo tiempo a pesar de ser igual.

Hemos enmarcado a la edad en el “tiempo”, en una medida a la cual le hemos dado una unidad de cuantificación y creemos que eso nos rige y gobierna, nos abandonamos al tiempo creyendo que tenemos que aceptar sus designios.

Pero, ¿por qué tiene que ser así?, porque ¿”así funciona el mundo”?, porque ¿así ha sido siempre?