No hay mejor forma de lograr un 60% de batalla ganada que mediante la proposición. El proponerte a conseguir una meta, un avance, un logro o lo que fuera es el primer paso para lograrlo.
Pero no me refiero al simple hecho de proponerse como acción, sino de sentir ese propósito, de escucharlo de tus propios labios, de pensar en por qué te propones lograrlo.
El decir en voz alta o susurrando: “me propongo firmemente a…” es una vía inquebrantable que te ayudará a llegar a tu objetivo.
Se podría equiparar a lo que ahora los niños aprenden como “poner el fin en la mente”.
Si deseas mejorar, cambiar, piensa en por quienes deseas hacerlo y repítelo en tu mente una y otra vez, hasta que llegue hasta el fondo de tu sub consciente y guie todo tu accionar.
El ser humano cuenta con un órgano poderoso, mágico y capaz de hacernos tener consciencia del universo, nuestro cerebro. Aférrate a su poder, a su fuerza, tú eres quien lo dirige, así que dirígelo a buen puerto para que tú también llegues con él.